Escrito por:
Dra. Katherine Alzate
@ortodonciakatherinealzateq
Hoy hablaremos sobre un tema fundamental en el crecimiento de nuestros pequeños: “el desarrollo mandibular”. Los huesos maxilares son fundamentales en el desarrollo de todo el complejo craneomaxilar y por ende son el soporte de los dientes, dientes que amamos porque nos regalan las más encantadoras sonrisas. Entender cómo se forman y se desarrollan puede ser clave para asegurar su bienestar dental a largo plazo. Así que, ¿listo para descubrir todos los secretos detrás de esas adorables sonrisas?
1. Desde que nace nuestro bebé, este tiene un patrón de crecimiento determinado genéticamente; es decir, que puede nacer con una información genética predisponente a tener una mandíbula pequeña (clase II), una mandíbula grande (Clase III) o una mandíbula normal (clase I). Sin duda alguna, dicho patrón podría ser alterado de acuerdo a estímulos externos, es decir, a qué tanto su mandíbula pueda estimularse durante sus primeros meses de vida en procesos como la masticación, succión o movimientos bucales espontáneos. Es indudable que la lactancia materna juega un papel fundamental en el desarrollo de los huesos maxilares; la forma del pezón, su tamaño, la posición que deben adoptar para poder succionar y la fuerza de succión son de gran estímulo durante su desarrollo; sin embargo, no necesariamente se puede brindar lactancia materna; ya sea por decisión, por baja producción de leche, por temas de tiempo o cuestiones laborales, y es ahí donde los teteros ortopédicos hacen verdaderamente la diferencia.
2. El desarrollo mandibular es de gran importancia durante la formación y crecimiento craneofacial del bebé, un desarrollo inadecuado puede generar problemas respiratorios; tales como respiración oral o incluso ronquidos que pueden avanzar a apneas obstructivas del sueño infantiles que se traducen en despertares repentinos por colapso de las vías aéreas y falta de oxígeno por pocos segundos al dormir, todo esto ocasionado por déficit de desarrollo mandibular que impide la permeabilidad adecuada de las vías aéreas.
3. No es tan fácil para nosotros como padres percibir todos los procesos y etapas de desarrollo bucal que tienen nuestros hijos durante sus primeros meses de vida, lo más evidente es la erupción de los dientes anteriores inferiores, seguido por la erupción de los dientes anteriores superiores, los molares y finalmente los caninos. El inicio de la erupción dental se encuentra alrededor de los 6 meses, pero varía de acuerdo al bebé, sin embargo, así como les digo a los padres para que no se asusten, las agenesias dentales, ósea, la falta de formación de dientes temporales es poco probable, por ende pueden demorarse hasta el año y lo consideramos “erupción tardía”.
4. Con la erupción de los dientes inicia el proceso de formación de una estructura muy importante llamada la ATM (articulación temporomandibular), una estructura esencial para nuestro desarrollo como seres humanos; porque es lo que nos va a permitir comer, hablar, gesticular, entre muchas otras funciones. La ATM es una articulación que tienen todos los seres vivos que poseen una alimentación omnívora y está estrechamente relacionada con la formación mandibular y la relación que exista entre los dientes superiores e inferiores, esto quiere decir que, si tenemos la mandíbula pequeña y posicionada hacia atrás, posiblemente tendremos problemas articulares futuros, dolores de cabeza, disfunciones, apiñamientos (dientes torcidos), entre otros, porque la articulación no tuvo un correcto desarrollo.
5. La dieta de los niños debe ser dura, fibrosa y seca, esto para permitir la correcta formación de los huesos y las estructuras. Cuando les proporcionamos alimentos únicamente blandos, los huesos faciales no logran madurar de forma adecuada y sobre todo en el plano transversal; es decir, su “anchura” y por eso tenemos grandes apiñamientos (dientes montados), o dientes procíclicos (salidos), y sumando varios hábitos que puedan tener nuestros niños que aumenten los problemas. Aproximadamente después de los 6 meses de edad iniciamos la alimentación complementaria y con ella la experimentación de los alimentos que darán entrada a nuevos estímulos sensoriales.
6. El cepillado dental debe hacerse desde el principio, incluso cuando no existan dientes. Existen cepillitos de silicona que se ponen en el dedo de la madre o el padre y suavemente puede hacerse la higiene, o el uso de gasas humedecidas con agua; sin embargo, cabe resaltar que estos solo funcionan hasta el momento de la aparición de su primer diente cito, pues se ha demostrado que no son eficaces en la remoción de placa bacteriana (membrana que se forma sobre los dientes conformados por residuos de comida que es donde inicia el proceso carioso cuando no se remueve adecuadamente).
Una vez erupcionados sus primeros dientes, ya debes usar cepillos de dientes de cabezales muy pequeños o incluso unipenacho, así será mucho más sencillo hacer la higiene de su pequeña boquita, recuerda debes hacerlo como mínimo una vez al día sin importar si es incómodo para tu bebe, es su salud dental la que está en juego. El tema de las cremas dentales es un poco controversial, por esta razón te recomiendo que hables con tu odontopediatría, sobre el tipo de crema que deberías usar y al mismo tiempo si es o no con flúor y qué concentración te sugiere.
¿Cómo podemos favorecer un desarrollo mandibular saludable?
Recuerden, mamás, cada pequeño paso que tomes hoy puede tener un impacto duradero en la salud dental de tus hijos. ¡Vamos juntas en este viaje de sonrisas en crecimiento!
1- Alimentación balanceada:
Una dieta equilibrada rica en calcio y vitamina D es esencial para el desarrollo óseo, una dieta dura, fibrosa y seca que requiera movimientos de masticación adecuada, lo más natural posible, ojalá preparada en casa, no empaquetada, sin azúcares y rica en frutas y verduras.
2- Hábitos de saludables:
Sé que tenemos muchos miedos nosotros como padres cuando vemos un bebé con succión digital (chupando dedo) o con succiones alternas como es él chupó; sin embargo, recuerden que, para que un hábito sea nocivo, requiere de alta frecuencia, gran intensidad y larga edad, por eso antes de asustarte consulta con tu odontopediatra para que analicen el caso particular de tu bebe.
3- Control dental regular:
Las visitas al odontopediatra son claves, sobretodo para que no se vuelva algo traumático y aprenda a disfrutarlo, ésto solo sucederá si tienes controles regulares y buena higiene para que al momento de visitarlos no haya necesidad de una intervención urgente por caries, abscesos o complicaciones.
4- Estimulación temprana:
Juegos que fomenten el habla, las expresiones, las gesticulaciones y demás habilidades, siempre serán la mejor opción.
5- Evita el uso excesivo de chupones a largo plazo
También el chupar dedo, como les comenté anteriormente, para generar algún cambio nocivo va a depender de varios factores; sin embargo, si estos factores están presentes, pueden llegar a generar una desaceleración del crecimiento mandibular y generar todo lo que previamente explicamos, por esta razón también no deben usar chupones que no permitan él selle labial al tenerlo puesto, y así mismo deben ser planos en la parte posterior. Por otro lado, los chupones del tetero deben ser alargados, deben tener un orificio de salida muy pequeño y deben ser anchos del tamaño del pezón, así tu bebé tendrá que hacer una fuerza que asemeja la que debe hacer en el pezón y esto le obligará a llevar su mandíbula hacia adelante, ayudar a la formación mandibular y así mismo a su formación articular.
Dra. Katherine Alzate Quintero
Esp: Ortodoncia y Ortopedia Maxilar
Odontologia: Pontificia Universidad Javeriana
Esp: Unicieo
Diplomado en Ortopedia funcional de los maxilares: universidad cruzeiro Do sul Brasil
@ortodonciakatherinealzateq
Referencias Bibliográficas
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- Rondón, R., Zambrano, G., & Guerra Gamboa, M. E. (2012). Relación de la lactancia materna y el desarrollo Dento-Buco-Máxilo-Facial: Revisión de la literatura latinoamericana.
- Alzate-García, F. D. L., Serrano-Vargas, L., Cortes-López, L., Torres, E. A., & Rodríguez, M. J. (2016). Cronología y secuencia de erupción en el primer periodo transicional. Ces Odontología, 29(1), 57-69.
- Chalco Castro, C. I. (2015). Desnutrición y erupción dental en niños de 6 a 9 años de edad.
- López, P. C. L., & Díaz-Pizán, M. E. (2011). Comparación de la eficacia de dos métodos de higiene bucal en bebés: gasa humedecida y cepillado dental. Seguimiento durante un mes. Revista Estomatológica Herediana, 21(4), 197-197.